La estructura mandálica del cuento “Axolotl” de Julio Cortázar
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Resumen
El objetivo de este artículo consiste en exponer cómo la figura de un mandala (representación geométrica hinduista y budista del infinito) puede ayudarnos a entender la estructura del cuento “Axolotl” de Julio Cortázar. A lo largo de este estudio, se muestra que la caracterización del espacio, el manejo del tiempo y el uso de símbolos e imágenes en la narración de Cortázar se unen para edificar la composición circular del relato, la cual es parecida a la de un mandala debido, principalmente, a que el tiempo, así como la caracterización de los personajes y del espacio, genera un tipo de polarización. Lo anterior da pie a un sistema contrapuntístico a modo de “espejo” parecido a un mandala por los siguientes motivos: a) el tiempo de la narración al juntar el pasado con el presente genera una temporalidad cíclica, que se repite una y otra vez, dado el final circular del relato; b) el espacio de la narración puede ser denominado como un intersticio vacío en el que la realidad y la fantasía interactúan, produciendo un sitio de constante interpenetración; y c) las imágenes y los símbolos del relato fungen como metáforas que ayudan a construir la disgregación del yo y el intercambio de las personalidades del hombre y del ajolote.