La dinámica de basho: La concepción de Kitarō Nishida del lugar como un campo de fuerzas
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Resumen
El filósofo japonés Kitarō Nishida (1870-1945) concibió la conciencia como un “lugar” o basho (en japonés) que abarca los lugares individuales de cada uno de los fenómenos que comprendemos como constitutivos de la realidad. En su análisis, la conciencia también posee una fuerza, o mejor dicho, tiene en ella una fuerza que une la pluralidad de basho y ello pese a su constante movimiento y cambio. Basho, como un “lugar [tokoro o sho] en un campo [ba]”, es un “campo de fuerza”, mientras que el “campo de conciencia” simultáneamente es constituido por el “campo de fuerzas” de todo los basho que existen en él y es un “campo de fuerza” en sí mismo. Para Nishida, basho no es simplemente la ubicación que una cosa ocupa en el espacio o en la conciencia, sino más bien un campo activo que ejerce una fuerza en el medio donde se proyecta el objeto, al mismo tiempo que da unidad a las cosas que están ubicadas en él. El “campo de conciencia” actúa como una fuerza que imposibilita que cualquier cosa dentro de él se mueva hacia afuera, de modo similar a la manera en que los “campos gravitacionales” propuestos por Albert Einstein unen el universo y evitan que los cuerpos se alejen unos de otros, a la vez que proporciona la fuerza que da unidad a un determinado cuerpo.