Nietzsche y el pathos de la verdad
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Resumen
A lo largo del siglo XX, el lenguaje se convirtió en uno de los ejes centrales de la filosofía. El siglo pasado fue el siglo de Heidegger, por su célebre desplazamiento del problema de la existencia al problema del lenguaje; de Gadamer, por su monumental
formulación de la hermenéutica filosófica, y de Ricoeur, por su vía larga. Sin embargo, todo esto no constituye solamente un acierto del siglo XX, sino el trabajo de recepción de una herencia que, considero, es la herencia de Friedrich Nietzsche. En este artículo examino cómo, si Nietzsche pudo poner en crisis esa Razón que creía tener el control total de sí misma y de lo real, fue porque introdujo el problema de la verdad en el terreno del lenguaje y del arte. Al ubicar la verdad en el terreno del lenguaje y, por tanto, de la interpretación y la perspectiva, lo que Nietzsche reclamó fue la necesidad de construir una racionalidad cruzada por la historicidad y la finitud, una concepción de la vida como donación de sentido. Así, lo que Nietzsche develó, fue el poder ontológico del lenguaje.