Preceptorado y justicia social en La Confession d'une jeune fille de George Sand
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Resumen
En su novela La Confession d'une jeune fille (1865), George Sand (pseudónimo de Aurore Dupin, 1804-1876) combate dos prejuicios mayores de su tiempo: la segregación social y la discriminación de género. Através de su heroína Lucienne
de Valangis, la autora demuestra que se puede reconciliar al pueblo con la aristocracia gracias a una educación de tipo preceptoril a la vez femenina y varonil, según los criterios del siglo XIX. Frumence Costei, el humilde preceptor de Lucienne, la convierte en una persona culta y de libre pensamiento, o sea en un sujeto capaz de sacrificar no sólo su fortuna y sus privilegios de clase, sino hasta su título nobiliario, a fin de identificarse con el pueblo. Según Sand, la igualdad es posible con el desarrollo del valor personal. El ideal que la escritora esboza en esta ficción se funda en una reflexión sobre un posible equilibrio social que no cae en la trampa de la inversión de los roles, ni de género ni de clase social.