Melville, Frege y Freud. Bartleby y los signos de la negación

Contenido principal del artículo

Raymundo Mier

Resumen

El drama de Melville nace de esta alianza entre un espacio que lo subyuga, los laberintos de una creencia que lo doblega sin tregua, y las exigencias exasperantes de la escritura. Tan sólo una vez surcó su propio espacio: Moby Dick. Este hombre arruinado, cuya escritura no ocultaba ya su destino equívoco, la desmesura de su impulso épico en colindancia con la derrota y el fracaso editorial, publicó en 1853, dos años después de terminado Moby Dick, un relato enigmático, incierto, indócil: fruto de un lenguaje capaz de hacer de la recreación del agobio una violencia que impone una distancia a la lectura; un enrarecimiento de la verosimilitud, una inflexión que alimenta el abismamiento alegórico de la narración.

Detalles del artículo

Cómo citar
Mier, R. (2003). Melville, Frege y Freud. Bartleby y los signos de la negación. Nuevas Poligrafías. Revista De Teoría Literaria Y Literatura Comparada, (4), 53–81. https://doi.org/10.22201/ffyl.poligrafias.2003.4.1629
Sección
Artículos